El Sardinero, que se extiende desde la Península de la Magdalena hasta Mataleñas, es una de la zonas más elegantes del litoral cantábrico. A mediados del siglo XIX era un rincón rural de Santander, pero su elección como lugar de veraneo de diversos nobles europeos provocaron un crecimiento que llega a nuestros días. Tiene su centro neurálgico en la plaza de Italia, centro turístico de la ciudad. En el Paseo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, podemos visitar los Jardines de Piquío, las dos playas del Sardinero, el Hotel Real construido en 1917 y el emblemático Gran Casino de la misma época.
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