lunes, 27 de junio de 2011

La Concha (Villaescusa) Finca Riosequillo.

En el barrio de La Aldea de La Concha de Villaescusa, nos encontramos con esta magnífica finca y edificios que, en su momento, pertenecieron al ilustre polígrafo don Marcial Solana y González-Camino, diputado a Cortes, alcalde de Villaescusa, presidente del Centro de Estudios Montañeses y miembro de gran número de entidades científicas y culturales.

Se accede a la finca a través de una portalada abierta por un arco de medio punto, flanqueada por pilastras adosadas al muro en su primer cuerpo, con remates laterales resueltos a base de bolas sobre cubos; en el segundo cuerpo, constituido por un ático triangular rematado por piezas piramidales, se ubica un escudo perteneciente a los Barreda del Río.

En la portada que por el oeste da acceso a la finca, hay otro escudo de cuatro cuarteles que, respectivamente, corresponden a los apellidos de Solana, González, Camino y Velasco; son éstos los cuatro primeros apellidos del don Marcial Solana, último dueño de este conjunto.

La casa fue construida en el siglo XVIII por don Roque de Solana y Río. Se trata de un edificio de planta rectangular, con tres cuerpos, dedicándose el ático a buhardillas. La planta baja se resuelve con arco de medio punto y una pieza heráldica, y un relieve de la Virgen del Carmen situado en una pequeña hornacina con columnas a ambos lados, adosado al muro. En vida de don Marcial, éste dedicó el edificio a garaje en la planta baja, y biblioteca, salón de música y estudio en las plantas superiores. Resalta en el interior, bellamente restaurado, la magnífica escalera tallada que da acceso a las plantas nobles de la casa. En éstas llama poderosamente la atención el extraordinario artesonado de las habitaciones que fueron biblioteca y salón de estudio, decorado con casetones en los que se representan la cruz de malta -Marcial Solana fue caballero de la orden-, un sol que encarna su apellido, un castillo y un león. En otra de las estancias destaca una repisa de madera, decorada con pinturas de los signos del zodiaco.
Frente a esta casa, se encuentra el edificio que habitó Marcial Solana, de cuatro cuerpos y sillares en esquinas y vanos, que ha sido totalmente restaurado en su interior, perdiendo todo vestigio de época, para convertirle en sede del Centro de Estudios de la Administración Regional.
Completa el conjunto una finca de unas cinco hectáreas que acoge especies arbóreas que han sido catalogadas como singulares en Cantabria, entre los que destacan tres excelentes tejos.

Esta finca fue declarada Bien de Interés Cultural en 1995.

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