lunes, 3 de enero de 2011

Villacarriedo (Palacio de Soñanes).

Edificado a inicios del siglo XVIII, el palacio de Soñanes en Villacarriedo representa la construcción barroca de carácter civil más suntuosa de Cantabria. El edificio, que se construyó a partir de un núcleo central formado por la antigua torre de los Díaz de Arce, se decora en sus nuevas fachadas con una riqueza ornamental ciertamente espléndida.

El palacio fue construido entre 1718 y 1722 por orden de don Juan Antonio Díaz de Arce y Pérez del Camino, hijo del capitán don Domingo Díaz de Arce y Miera. Don Juan Antonio nació en Villacarriedo en 1665 y tuvo una dilatada carrera diplomática bajo el reinado de Felipe V, a quien sirvió en Nápoles, en Roma como agente y procurador general, en el Reino de Aragón como Intendente general, y en otros variados lugares y cargos hasta su muerte en 1736.

Mucho se ha especulado sobre el autor del proyecto de este palacio. La opinión más extendida ha sido la atribución del diseño a un arquitecto italiano llamado Cossimo Fontanelli, al parecer conocido por don Juan Antonio durante su dilatada estancia italiana.

Estudios recientes vinculan su estilo con la escuela barroca salmantina y, concretamente, con el arquitecto cántabro Francisco La Riva Ladrón de Guevara, autor de proyectos como el palacio del Marqués de Camposagrado en Oviedo y el del Duque del Parque en el Fontán, con los que guarda el palacio de Villacarriedo cierta similitud.

En Soñanes se acumulan y mezclan formas de muy diversos orígenes, con claras referencias platerescas y de Churriguera.

El palacio se organiza en una planta cuadrada que encierra en su centro la antigua torre de los Díaz de Arce, con una monumental escalera y tres pisos de altura. Las fachadas están decoradas con una gran riqueza ornamental, con abundancia de pilastras y columnas exentas corintias, fustes estriados, salomónicos y abalaustrados, frisos adornados con hojarascas o acanaladuras, frontones enteros o partidos sostenidos por columnillas retorcidas, modillones, acróteras, gárgolas y pináculos. Todo ello produce, en conjunto, un efecto tal vez recargado, aunque de aspecto magnífico.

Entre las numerosas piezas heráldicas existentes en el palacio, destacamos la situada en la fachada este, un espléndido escudo timbrado con corona sostenida por amores y dos leones enfrentados y con las armas de los Díaz de Arce y Pérez del Camino.

Entre los últimos moradores del palacio destacó don Fernando Fernández de Velasco y Pérez de Soñanes, erudito y bibliófilo, propietario de una espléndida biblioteca, foco de cultura literaria a finales del siglo XIX.

En la actualidad se ubica en el un esplendido hotel.

1 comentario:

  1. Preciosa foto de ese impresionante palacio, no lo conocía, ahora ya se algo mas gracias a tu esplendida descripción, muy buen trabajo.

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