viernes, 17 de junio de 2011

Los Tojos.

Es el más alto de los municipios cabuérnigos, se accede por la carretera de Cabezón de la Sal a Reinosa, que discurre siguiendo el curso del río Saja. Conforman el municipio de Los Tojos cinco núcleos dispersos por la cabecera del río Saja, extendiéndose por uno de sus afluentes, el río Argoza, siguiendo uno de los caminos tradicionales hacia Castilla.

Durante la Baja Edad Media, Los Tojos, que era tierra de behetría, donde los habitantes elegían libremente a su señor, formó un concejo propio, que posteriormente pasó a depender de la Casa de la Vega. Al igual que el resto del valle, Los Tojos mantuvo esa dependencia con los duques del Infantado hasta el Pleito de los Valles.

El aprovechamiento del monte y la ganadería constituían la principal ocupación de los cabuérnigos. Se practicaba asimismo la caza mayor (incluido el oso) y la pesca de truchas y angulas. En Los Tojos había dos molinos harineros y otros dos en Bárcena Mayor. En esta localidad se cita también la existencia de dos herreros. Las gentes del municipio eran expertos en la artesanía de la madera con la que fabricaban no sólo carros y aperos de labranza, sino incluso muebles de calidad.

El primer Ayuntamiento constitucional formado en este territorio (1822) se llamó de Correpoco, e incluía al concejo de Viaña. En 1835 adoptó el nombre y los límites del actual municipio. Con los demás del viejo valle estuvo en el partido judicial de Puentenansa, después en el de Cabuérniga y, por fin, desde hace cuarenta años forma parte del de Torrelavega.

El municipio de Los Tojos conserva grandes extensiones de bosque, fundamentalmente hayedos y robledales, en los cuales se refugia una gran variedad faunística. Gran parte del municipio está incluida en el Parque Natural Saja-Besaya, y además forma parte íntegramente de la Reserva Nacional de Caza de Saja, surcan por el los ríos Saja y Argoza, que discurren encajados por angostos valles.

Es posiblemente este municipio donde mejor se manifiesta el aprovechamiento de la madera para múltiples usos. En la actualidad es frecuente ver a los artesanos trabajando fundamentalmente rastrillos, astas de dalle y otras herramientas de uso agrícola-ganadero. Para ello usan esencialmente madera de avellano, tan abundante en los montes de este municipio. Este sector junto con la ganadería tradicional y los servicios turísticos y gastronómicos forman su actividad económica.

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